EUA e Cuba: um grande éxito e um pequeno fracasso
La diferencia entre el modelo cubano y el modelo capitalista es la que existe entre un pequeño fracaso y un gran éxito. La revolución cubana quiere solucionar los problemas de vivienda de sus ciudadanos y no puede por falta de recursos; la revolución cubana quiere aprovechar al máximo, en beneficio de todos, el caudal formativo de sus ciudadanos y no puede por falta de recursos; la revolución cubana, consciente de lo que se juega, quiere acabar con la corrupción y no puede por una combinación de decisión humana y falta de recursos. Por su parte el capitalismo quiere que los jóvenes no tengan vivienda y que al mismo tiempo se construyan más y más casas y lo consigue; quiere que sus jóvenes universitarios trabajen en Telefónica o en el Burger King por una miseria y lo consigue; quiere que Enron deje sin luz la India y los EEUU y lo consigue; quiere que no se cure la malaria, que se derritan los polos, que se extingan 1.200 especies de aves y lo consigue; quiere que los africanos se mueran de hambre y lo consigue; quiere que los iraquíes giman, que los bolivianos no beban, que las senegalesas se prostituyan y lo consigue. El capitalismo, sí, al contrario que la revolución cubana, ha triunfado y triunfa totalmente.
Pero entre el pequeño fracaso corregible de la revolución cubana y el gran éxito incorregible del capitalismo, la política, la moral, la poesía –todo eso que Martí resumía en la palabra “decoro”- no dudan en señalarnos de qué lado debe estar nuestra elección.
(excerto de intervenção nas "Jornadas sobre Cuba, Soberania e Democracia para outro mundo possivel", Sevilha 25/Nov) Artigo completo, aqui.
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